Hoy quiero expresar mis sentimientos con esta gran experiencia que me ha brindado mi familia y AFS, ya que gracias a ellos he podido vivir esta gran oportunidad que solo es el comienzo de otras grandes vivencias y aventuras que me esperan.
Tengo tantas cosas que decir que no podría decirlas todas al mismo tiempo, muchas personas me han preguntado sobre este viaje, lo primero que puedo decirles es que tengo una mezcla de sentimientos y pensamientos. Esto no ha sido totalmente fácil porque me he tenido que enfrentar a situaciones que en mi país natal no había podido experimentar, además mi vida en este país ha cambiado totalmente.
Aquí vivo con una familia con un toque diferente y al mismo tiempo fantástico y único. Como todo estudiante de intercambio estaba emocionada e intrigada de que familia me recibiría, pero jamás se me cruzó por la cabeza que tendría la oportunidad de vivir este año con una pareja homosexual (dos hombres), y una hermosa hermana menor. En el momento que mi familia colombiana recibió la noticia, todos quedamos impactados y se nos crearon muchas dudas sobre este tipo de familia. Con el tiempo me hice mas la idea de que esta era la mejor forma de abrirme a un mundo nuevo de grandes y distintos ideales a los míos. Me ha gustado mucho compartir con ellos ya que me han enseñado que el amor va mas allá de un cuerpo.
Cuando estaba viajando a la estación donde mi familia anfitriona me recogería pensaba en como los saludaría, como serian físicamente (aunque ya los había visto por cámara), como serian conmigo y si estarían igual de emocionados que yo. Llegó ese momento, me bajé de aquel tren y los vi, me saludaron de mano y yo de los nervios solo pude decir “hola”, esperaba un gran abrazo, como se hace en mi país, pero desde allí me di cuenta que era empezar de cero y ganarme su confianza, para que algún día me dieran ese abrazo que tanto deseaba, quien dice que no lo lograría, pasado menos de un mes ya me sentía parte de la familia y esa muestra de afecto sucedió antes de lo que creía.
La primera semana llevaron a un amigo de ellos para que me facilitara la comunicación, ya que su nivel de ingles era muy básico, aunque ahora ellos sienten que pueden hablar muy bien conmigo sin importar el idioma. Sin embargo el ingles no es mi lengua materna, el tener conocimiento de él me ha ayudado también a poder interactuar y ayudar a mi hermana danesa.
Esta familia me ha abierto al mundo, a ser más aventurera y más dispuesta a comerme el mundo con cada paso que doy.
Por otra parte cuando quiero hablar de cómo es el hacer amigos en Dinamarca, primero tengo que aclarar que en general me considero una persona reservada así que al principio me costó hacer amigos, de eso consta esta experiencia, de cambiar para bien. Por otro lado los daneses también son un poco cerrados, pero como dije anteriormente debes saber como llegarles a ellos. En cuanto a la cultura danesa es muy diferente a la mía (como lo es en los cumpleaños, la tradición aquí es que el cumpleañero lleva el postre, algo que en mi país no se hace), eso es lo que hace a Dinamarca mas interesante ante mis ojos, aunque aquí sólo llevo casi cuatro meses he aprendido muchas cosas que ni un libro podría brindarme.
Bueno, esta experiencia no solo consta de conocer personas de aquí, sino que también me brinda el conocer a personas que viven la misma experiencia que yo, ellos tienen expectativas y miedos en común, y al conocerlos ellos te dejan conocer un poco sobre esa cultura, lo que hace que sientas que tienen un pequeño hogar en cada país en todo el mundo. Porque somos multiculturales, porque conocemos la música, la danza y su exquisita gastronomía. Porque nos comprendemos, ya que estamos viviendo cosas parecidas. ellos me hace sentir que me falta mucho por conocer, vivir y experimentar.
Para finalizar esta experiencia me ha ayudado como crecimiento personal y en la búsqueda de la verdadera yo, a valorar a mi país y a lo que allí se encuentra, a disfrutar cada aventura y aprender de cada error. Esta es una de las mejores decisiones que he tomado por mi misma, que con el tiempo ha dado mas frutos de los que esperaba, y que esta experiencia no es solo un año, es para una vida.
Por: Yuly Mariana Pinto Ardila. Estudiante de intercambio de Bogotá en Dinamarca. 2016.