Islandia ofrece una combinación de paisajes intrigantes, desde costas escarpadas, glaciares y fuentes termales hasta géiseres, volcanes y desiertos de lava. El 11% del país está cubierto de hielo glaciar y rodeado de agua. La tierra es una meseta con picos montañosos y campos de hielo, con un litoral marcado por fiordos, que son profundas ensenadas talladas por los glaciares. No es de extrañar que gran parte de la cultura y las tradiciones islandesas giren en torno al disfrute de actividades al aire libre como bañarse en aguas termales, esquiar, montar a caballo y, por supuesto, mirar hacia arriba para disfrutar de las espectaculares auroras boreales. Islandia también ofrece una rica tradición literaria de poesía y sagas para disfrutar de las frías noches de invierno. Gran parte de la energía y el calor de este país se generan de forma natural: ¡el 90% de las casas islandesas se calientan con aguas termales!
El antiguo calendario nórdico sigue utilizándose parcialmente, y dicta cuándo se celebran el Día del Hombre, el Þorrablót y el Día de la Mujer. En el Día del Hombre, se celebra a los maridos y novios regalándoles flores o invitándoles a cenar. Según la cultura y tradición islandesas, durante este mes se celebran banquetes a mediados de invierno con comidas tradicionales como pescado seco, carne de tiburón fermentada y pudín de hígado. El Día de la Mujer se celebra al día siguiente de que termine Þorri. El Día de la Mujer se celebra regalando flores y regalos a las esposas y novias.