Mi experiencia en Colombia comenzó en San Juan de Arama, un municipio ubicado en el departamento del Meta, aunque también me estuve quedando en la casa de mi abuela anfitriona en Villavicencio los fines de semana y en las vacaciones que daban en el colegio.
Durante los 9, casi 10 meses, que estuve en Colombia estuve más que nada estudiando en el pueblo, pero tuve experiencias memorables e hice muchos amigos. Incluso aprendí a bailar joropo, un baile tradicional del país. En general me divertí mucho durante mi experiencia y me gustó muchísimo aprender una nueva cultura.
Las cosas que más me gustaron de Colombia fueron la cultura y la comida, pero sobre todo me gustaron las personas, que son muy amables y me hicieron sentir muy bien durante mi estadía, lo que me permitió hacer muchos amigos, con los cuales sigo comunicándome incluso ahora que volví a Francia.
Para las personas que van a venir a Colombia con AFS, les recomiendo no tener muchas expectativas, pero estar listos para la aventura; también hablar, muchas veces tenemos inconvenientes con nuestras familias anfitrionas, quizá algo no nos esté gustando, pero hay que tener en cuenta que si no hablas, es probable que las personas no se den cuenta de esto y pueda provocar más problemas en el futuro o incluso que no te sientas cómodo en tu estadía, que no es lo que se supone que pase. En mi caso, me sucedió que hablaban muy rápido y yo no sabía mucho del idioma, entonces muchas veces no nos entendíamos, pero después de hablarlo, pudimos solucionarlo y seguir adelante.
Por último, una cosa que recomiendo es tener una reunión con la familia anfitriona antes del viaje, porque así puedes saber qué esperan de ti y qué reglas tienen en su casa antes de viajar, porque es muy importante también acoplarse a ellos, no que ellos se acoplen a ti.